German Diaz

En Memoria de Justo Germán Díaz

1936 – 2025

Justo Germán Díaz nació en Bonao, República Dominicana, en 1936. Fue el segundo de siete hijos de Fresolina y Ramón Díaz, y desde joven mostró el espíritu de un soñador, decidido a buscar un futuro mejor. Se trasladó a Santo Domingo, donde conoció a María Ana Delia Estrella, con quien vivió una historia de amor marcada por la perseverancia. A pesar de las diferencias de edad, Germán conquistó su corazón, viajando cada fin de semana en Vespa hasta Tamboril para verla. Se casaron el 5 de diciembre de 1964.

Juntos formaron una familia con cuatro hijos: Juan Carlos, Griselis María, Ada Germania y Digna Elizabeth. Más adelante, Germán también dio la bienvenida a su hijo Germán David.

Amó profundamente a todos sus hijos.

En 1974, Germán y Ana Delia fundaron la Farmacia Ada, su primer negocio, que prosperó gracias al apoyo de amigos y familiares. Se establecieron en Cansino, donde crearon una comunidad cálida y acogedora, siempre dispuestos a recibir a quienes necesitaran un lugar donde sentirse en casa.

Tras dos décadas de éxito, Germán exploró nuevos emprendimientos, incluyendo la producción de extractos de sabor. En los años 90, se mudó parcialmente a Nueva York y lanzó otro negocio.

Finalmente, se retiró y regresó a Santo Domingo, y luego volvió a los Estados Unidos, estableciéndose en Miami, para estar cerca de sus nietos. Germán tuvo 13 nietos y 2 bisnietos. Aunque Germán no vivió para conocer a su tercera bisnieta, Stella Concepción, su legado vivirá a través de las historias, tradiciones y valores que inculcó en su familia.

Nos enseñó que el amor es un viaje que vale cada kilómetro, que la curiosidad es un regalo que debe cultivarse, y que una vida guiada por el honor y el corazón es el tipo más hermoso de éxito. Su historia, como las páginas de su libro favorito El Alquimista, nos recuerda que el tesoro que buscamos a menudo se encuentra en las vidas que tocamos y en el amor que damos.

El amor y la fe que él tenía en Dios fueron inmensos y siempre estuvieron presentes en su vida, guiándolo en cada paso de su camino.

“El señor es mi pastor; nada me faltará. En verdes pastos me hace descansar. Junto a aguas de reposo me conduce. Conforta mi alma; me guía por sendas de justicia por el amor de su nombre”- Salmo 23:1-3